Vampiros energéticos.

En diversas situaciones de nuestra vida, conectamos con personas con las que tenemos empatía energética, aunque a veces no es necesario conectar. Puedes estar en una reunión con amigos y sentirte en un ambiente óptimo, me pasa cuando voy en carro escuchando música con mis amigos, se siente buena vibra, es agradable, la sensación es diferente. También puede pasar absolutamente todo lo contrario, un encuentro con alguien puede dejarte fatal, pero solo si lo permites. Considero que la energía negativa de una persona te afecta cuando estás conectada con ella, o cuando eres un receptor nato caracterizado por una debilidad en la personalidad.

Creas o no en esto, anatómicamente nuestro cuerpo posee un campo electromagnético, y es quien se encarga de cómo nos sentimos físicamente. Las vibraciones electromagnéticas dependen de con quien estemos, cuál sea el tipo de relación y la empatía, por lo que podemos enviar energía a otros, todo esto se hace de manera inconsciente, pero si te trabajas, puedes aprender a hacerlo consciente con solo pensarlo.

Absorber la energía de otro puede hacerse de forma consciente e inconsciente, yo he aprendido a manejarme con ambas formas. Para absorber la energía de forma consciente debes trabajar bien el pensamiento, ¿para qué vas a absorber energía de forma consciente? Puedes absorber energía positiva y negativa, hasta ahora aprendí a absorber conscientemente la negativa, todavía no he podido adquirir energía positiva de otro, porque si la absorbo conscientemente, me convierto en un 'vampiro energético', de esta forma, le robo la energía 'buena' a otro, lo dejo cansado, y me siento mejor yo. Y me leerán, ¿entonces por qué diablos quisiera absorber energía negativa de otro? Simple: le liberas de la carga, pero la asumes tú (solo si quieres a la persona, claro está, a menos que seas masoquista e igual decidas hacerlo).

Ayer, estaba con una persona con la que considero que estoy conectada. Cuando su energía va de subidón, es genial, porque me la transmite y yo permito que me contagie, el problema viene cuando su energía tiene un bajón inmenso y ese campo electromagnético gris me va corroyendo el mío, esta vez no es que lo permita, es que lo siento, aún sin que sea necesario que exteriorice el cómo se siente, lo que me hace gracia es que podemos estar varias personas y nadie va a notar lo que le pasa, porque no pareciera que le pasara algo, pero yo sí lo siento, incluso a distancia así no estemos hablando, automáticamente me sentí cansada, ¿pero y si mejor se la robo y me la quedo? Y fue lo que hice, le chupé la energía negativa que tenía. Ella trabajaba, y yo estaba concentrada fijamente en lo que estaba haciendo. Robarle la energía a otro no es una cuestión repentina, lleva horas -que fue las que estuve-, y cuando me fui, sentí que ella ya no estaba cargada, la que estaba cargada era yo, y me lo llevé conmigo, deshacerme de eso es más complicado que otra cosa, aunque se quita durmiendo unas buenas horas.

Ahorita, bajé a comprar un jugo antes de que cerraran la panadería por la delincuencia depredadora. Compartí ascensor con Cristian, un vecino árabe contemporáneo a mi edad. Apenas entré a la cabina, sentí como si me hubiesen robado el alma, tal cual, aquel hombre me hizo sentir de lo peor, pero no dejé que me afectara, pude contener su energía y devolvérsela.

Absorber energía y quedártela parece complicado, ¿no sería más fácil dar energía? Sí, lo es, pero solo puedes dar energía cuando tú estás de subidón, y si no estás, sino que estás neutral, no puedes enfocarte en intentar que otro se sienta mejor cuando tú no puedes transmitirle algo que no sientes, ¡róbaselo! Te sentirás mal, pero al menos será tuyo a partir de ahora.













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