¿El ave o la jaula?
El ave es un animal emprendedor, extiende sus alas para planear en un ambiente cargado de toxicidad, aunque para ellas, éste es ajeno; el oxígeno, la corriente, la brisa, estos son los factores realmente importantes. Cuando el cuidador se apodera del ave, la encierra en una lúgubre jaula llena de barrotes contra los que sus alas se golpean al sacudirse, sus plumas se pierden en el aire. El ave estuvo sacudiéndose ferozmente contra los barrotes, su amo se burlaba de ella con gesto hosco, el ave estaba agotada de su lucha incansable, de tanto aletear las alas dentro de lo que era la prisión de su cuerpo y de su mente. El cuidador abrió la jaula y rellenó el tarro con escasas semillas de alpiste, el ave agradeció su insignificante gesto, olvidó por un momento todo el maltrato que acarreaba vivir en una jaula, pensó que quizá podría funcionar vivir de esa forma, lo intentaría, haría que funcione, un poco de alpiste y un poco de maltrato, parecía un negocio cuestionable. El ave de