Estoy sufriendo depresión

No siento que haya llegado a ese punto, donde pueda pensar: le perdí la ilusión a la vida. Considero que hay muchas cosas que todavía quiero hacer. Quiero poder viajar, conocer personas buenas, y compartir con alguien a quien quiera, pero esos deseos, no me siento capaz de materializarlos, porque me siento estancada en un ciclo, del cual no soy capaz de salir.

Si tuviera que definir mi situación, diría que estoy sufriendo depresión clínica, real, latente (y eso que tomo ISRS desde hace 2 años, cuando me diagnosticaron Ansiedad Generalizada). Afortunadamente sigo siendo cuidadosa con mi higiene personal, y todavía me gusta oler a perfumes, pero con respecto a todo mi entorno, siento una indiferencia con apatía que es impropia de mí. Se puede estar cayendo el mundo a pedazos, y siento que no me importa en lo más mínimo.

Me invitan a salir, y no quiero hacerlo, porque prefiero quedarme acostada en la cama, todo el día. No me importa si voy con la ropa llena de pelos de gatos al neurólogo, o a hacerme alguna resonancia. Simplemente: no me importa nada. Tan es así, que en este momento estoy acostada escribiendo esto, mi mamá pidió Domino's Pizza (que sabe que lo amo), y no estoy comiendo, dejé mi parte de la pizza para después, cuando me apetezca, porque ahorita no me apetece.

Quiero pensar que estas sensaciones tienen que ver con una sensación de pérdida o duelo que estoy atravesando en estos momentos, no por que se me haya muerto alguien, sino porque cuando tú sientes que una relación en la cual tienes años, está llegando a su punto final, el cerebro comienza a segregar cualquier tipo de neurotransmisor asociado a todo tipo de emoción perniciosa que te puedas imaginar; y mis emociones en este momento son las más fatalistas del mundo, siento que tengo un perro negro en mi cabeza.

Sin embargo, este pensamiento se contradice con el hecho de que por lo menos desde hace 2 años, estoy yo cavando mi propio pozo, porque desde que la pandemia me azotó, y la vida me cambió, todo se ha ido poniendo más gris para mí. 

Tengo frustración, estoy irritable, y si alguien comparte su felicidad u opinión, siento que es la más grande estupidez del mundo. Como un tipo en Twitter, que decía que era médico, y que así lo metieran preso, no se iba a callar con respecto a la situación de salud del país. Yo solo pensé: que tipo tan estúpido, protesta, lo meten preso, y todo queda igual o peor, porque las autoridades son las mismas. Pero mi "super yo" me regañó, y me dijo "vale, pero es su opinión, y por lo menos está haciendo algo".

Así voy constantemente por los vaivenes de mi vida, en una discusión permanente entre mi yo, y mi super yo, donde usualmente, trato que las riendas de la lógica las lleve mi "super yo" (el pensamiento lógico, políticamente correcto), pero realmente el "yo" es mi verdadero yo en estos momentos: gris, apático, irritable, ansioso, pesimista, desesperanzado, y con un sentimiento de vacío profundo. Siento que solo una cosa podría sacarme de este hueco, SOLO UNA COSA, pero allí mi "super yo" entra en juego con su lógica, a regañarme, y a decirme "eso sería caer en el apego, la dependencia, y la no autosuficiencia emocional contigo misma", y amigos, créanme, LO SÉ. Pero de nada vale que yo sepa, que me digan, que me pasen imágenes con frases textuales, si simplemente NO SÉ CÓMO SALIR DE AQUÍ.

El cerebro, cuando está en momentos placenteros, positivos, agradables, crea una red neuronal donde la sinapsis hace que sientas esa sensación, como quien está consumiendo drogas (placer). Y cuando al cerebro le quitas "la droga" (las sensaciones que te llenaron en su momento), va a comenzar a aferrarse a CUALQUIER COSA con tal de volverlo a conseguir. Es allí cuando comienzas a generar la dependencia, y sientes incluso síndrome de abstinencia si te quitan "la droga". Es un claro problema de adicción, que puede ser, incluso, hacia una persona.

Pero bueno, siento que realmente mis ideas están tan desorganizadas, que estoy mezclando mi duelo de pérdida, con el propio duelo que llevo desde hace 2 años. Quizá la pérdida, simplemente terminó de detonar esta explosión de sensaciones que me carcomen por dentro, porque no le hallo en estos momentos, placer a la vida.

¿Para qué nacemos? ¿Para qué vivimos? ¿Para qué tenemos que trabajar? Si a fin de cuentas, absolutamente todos nos vamos a morir.

Así son mis pensamientos en estos momentos.

Y me aterra.

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