Amores utópicos.

Hay gente demente en el mundo, gente cuerda, gente inteligente, gente estúpida, gente que no valora, gente que ama demasiado, gente que se toma las cosas a la ligera, gente que no cree en el amor y gente que cree en amores utópicos.

¿Desde hace cuánto al amor dejaron de darle el verdadero valor que solía tener en la antigüedad? ¿Desde hace cuánto la generación contemporánea modificó los esquemas? Amores utópicos, de esos en los que te despiertas para enviarle un mensaje de buenos días a la persona amada, de esos amores que crees que perdurarán, de esos que te hacen cometer locuras, te hacen llevarle comida cuando te dice que tiene hambre, amores utópicos, de esos que crees que serán para siempre, de esos que piensas que no vendrá nadie a arruinarlo, de esos amores que piensas que valen la pena luchar, de esos amores en los que esperas horas y horas en algún sitio público esperando verle así no llegue, y cuando lo haga, le recibes con una sonrisa sin ningún tipo de reproche. Amores utópicos, de esos que ya no se ven, de esos que crees que serán hasta la tercera edad, último ciclo de tu vida, de esos en los que las diferencias no serán más grandes que el sentimiento. Amores utópicos, de esos que crees que serán como en las páginas amarillentas de los libros antiguos que lees, de esos amores que piensas que serán como en las películas.

Amores utópicos ¿y por qué utópicos? Porque en nuestra sociedad coetania, los esquemas han sido actualizados, la gente ya no ama, no desea un compromiso real, todo se remonta a las necesidades hormonales básicas del hombre, veo a la sociedad y me pregunto ¿por qué yo no soy así? Veo las relaciones, esas que duraron tanto tiempo, esas en donde ambas personas se prometieron, esas donde los sueños prevalecieron... Esas que terminaron porque una de dos personas decidió optar por otras necesidades, esas donde esa persona decidió avanzar de la mano de otra... Amores utópicos ¿para qué dices que amarás por siempre si tu Oxitocina no es eterna? Bien es sabido que nuestra Oxitocina es lo que mueve al sentimiento, es aquella hormona del "amor" aquella hormona que te hace desear, amar, querer, soñar, anhelar... Me pregunto si la alimentación moderna tendrá relación con que ya las personas no padecen de aquella hormona a la misma intensidad que yo la siento, o la sentía.

Amores utópicos, de esos de telenovelas, libros y cuentos, amores que sabes que no vas a encontrar por ningún lado, puedes sentarte en la esquina de una plaza y observar la sociedad, vil, cruel, interesada, puedes escuchar conversaciones ajenas "sí, le monté cachos ayer, pero no se va a enterar" "borra los mensajes, cambia la clave de tu Facebook" "estoy embarazada y no sé de quién es" y todo tipo de voces que se escuchan como un eco a lo lejos del lugar en el que te encuentras, suspiro nuevamente y pienso ¿por qué esta sociedad está tan perdida? ¿Es eso realmente lo que nos espera? ¿Es que nunca las personas encontraremos a otra que nos sea altamente compatible y no nos dañe? ¿Por qué la gente engaña? ¿Por qué la gente "ama"? ¿Por qué la gente no respeta la importancia de una relación o el duelo de la misma cuando ésta se acaba y no pasa ni un mes cuando la persona que quieres está buscando en otra lo que tú prometiste darle por siempre? 

Quizás eres como yo y en la sociedad actual, crees en amores utópicos, en que, a pesar de todo, alguien te amará y le hablará de ti a todos sus conocidos, te presentará a su familia, te hará partícipe de sus cosas, sacará una porción de tiempo para verte así su día sea atareado, te llevará la cena, se quedará contigo, fijará su atención en ti y a pesar de los miles de defectos que tengas -con los cuáles te conoció- te continuará aceptando y amando como siempre prometió hacerlo.

Quizá, después de todo, estoy pidiendo demasiado al creer que algún día podré encontrar a alguien que también crea en amores utópicos que puedan volverse veraces.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Las democracias son el cáncer del mundo

Sola

Herida otra vez