Personalidad.



Según la Real Academia Española, la personalidad se define:


“ Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra”.


De repente, por alguna razón extraña, decidí buscar la conceptualización del término porque no estaba segura de su significado. Mi significado de personalidad sería “conjunto de cualidades y características que constituyen a una persona”. Ahora bien, evidentemente no me puse ociosa por solo diferenciar terminologías para ser más culta, siempre he querido hablar de la personalidad y en este momento lo considero oportuno.


Me he topado con personalidades sumisas, personalidades extrovertidas, tímidas, dominantes, imprudentes, aplastantes. Estas últimas son las que yo consideraría personalidades que no admiten palabra en contrario y todo debe regirse acorde nuestro sujeto lo considere.


Anteriormente, dije que la personalidad, según mi concepto, era el conjunto de cualidades y características que constituía a una persona. Ahora bien, si “X” tiene una personalidad sumisa e introvertida, ¿por qué “Y”, quien tiene una personalidad dominante, tiene que aprovecharse de la debilidad de “X”?


A lo que quiero llegar:


Si una persona es de una manera determinada, con sus formas, su vocabulario poco apropiado según el punto subjetivo por donde se mire, su imprudencia, su timidez, introversión, ¿por qué debe modificar su comportamiento para agradarle a otro? Me siento Carlos Fraga escribiendo así, pero llegué a la conclusión de que cada ser humano es individual, autónomo, único, con una constitución mental y física diferente a su interlocutor. Evidentemente, también hay que aplicar correctivos a partir de la crítica constructiva que nos puedan hacer, pero cuando la crítica se vuelve constante y prolongada en el tiempo, ya no son críticas constructivas, es intolerancia, y nadie tiene porqué aceptar eso por muy “quiero ver que estés siempre bien” nos lo repitan. Desde mi punto de vista, existe gente que tiene manías y costumbre de manipular todo a su antojo, cosa que conllevaría a la anulación de la personalidad.


Repetimos la definición de personalidad:


“Conjunto de cualidades y características que constituyen a una persona”.


Si tu personalidad es cálida y no le agrada a otro, es su problema. Si tu personalidad es introvertida y tu amigo quiere que seas sociable a costa de realizar conductas que consideras incómodas, es su problema. Si te gusta tomar refresco y tu interlocutor te exige que tomes agua porque eso es lo que él considera apropiado, ¡es su problema! Nadie tiene que cambiar sólo por el hecho de que a otro no le agrade tu conducta, somos seres individuales y cada mente es un sinfín de sorpresas de los que muchos ni se enterarían jamás.


Personalidad: conjunto de cualidades y características que constituyen a una persona.


Que alguien busque moldear tus maneras, ¿se consideraría anulación de la personalidad? ¿Consciente o inconsciente? ¿Directa o indirecta? Y si te dejas, ¿tienes derecho a quejarte del residuo que quede al final cuando ya ni tú mismo sepas quien eres? ¡No! No tienes derecho a quejarte, pon límites, correctivos, un muro de contención entre lo que el otro quiere que seas y lo que tú eres. Cada individuo es independiente, y si alguien no te acepta como eres, entonces...¿Qué haces ahí?

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